COMPARTIENDO MI EXPERIENCIA

Hola. Creo que algunos trabajos en la vida son vocacionales y el mío es uno de ellos.

Soy cuidadora en la Residencia de mayores "La Inmaculada" de Coria. Estoy encantada, muy agradecida de estar con ellos y aprender de sus experiencias vividas, de enrriquecerme cuando me cuentan sus historias, sus avatares (circunstancias). Porque detrás de cada arruga dibujada en sus rostros por el transcurso del tiempo, se esconden sus luchas, sus sacrificios, sus alegrías, sus tristezas, sus penas y entrega absoluta a sus seres queridos...y es ahora cuando sus cuerpos marchitos por el paso de la vida, que les ha debilitado, les ha privado de sus habilidades, capacidades y poco a poco su propia energía va agotandose, ...es ahora cuando nos toca a nosotros devolverles todo el cariño, todo el amor, toda la entrega que ellos un día hicieron por los demás.

Por eso, para mí merecen todo el respeto con mayúsculas y admiración, porque a su manera aún siguen luchando, siguen mostrando su agradecimiento por cualquier muestra de cariño que reciben. Así que cuando termina mi jornada laboral y me voy a mi casa con mi familia, me voy llena, plena de todo lo recibido por ello, dando gracias a la vida por permitirme cuidarles y darles lo mejor de mí misma, como me gustaría que lo hicieran conmigo, cuando mi cuerpo como el de ellos esté fatigado, cansado  envuelto en arrugas del caminar por la vida.

Hay que mirarlles a los ojos y ver que son seres humanos, indefensos, no trastos viejos que los  puedas arrinconar porque eso es lo que piensan muchas personas sin ser conscientes que ellos mismos llegaran a esa etapa de la vida de una maner u otra...y entonces desearan que les traten con cariño, respeto.

La vejez, no es una enfermedad contagiosa, es una etapa más de nuestra existencia donde aprender las lñecciones de la vida.

¡Muchas gracias siempre!